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Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, sostenía que el ser humano reprimía los recuerdos tristes o desagradables como mecanismo de defensa, afirmación que ha dado pie a una corriente psicoanalítica que mantiene que la mente del ser humano tiende a ser selectiva, prefiriendo obviar los recuerdos de las emociones negativas lo antes posible y deseando conservar los recuerdos de las emociones positivas el mayor tiempo posible. Por ello, ver una película de Michael Haneke siempre es un reto porque el director austríaco es un cineasta que te muestra, desde un realismo exacerbado, el lado más crudo de la vida de la manera más incómoda posible. Sus filmes son molestos de ver porque suponen una exposición frontal ante lo más áspero de nuestra existencia, ante lo que nuestra mente intenta apartar. Él nos lo recuerda constantemente y eso duele.
Esa es la razón por la que es difícil acabar de ver una de sus películas y valorar si has disfrutado con ella. Es una extraña contradicción la que provoca su cine, algo parecido a lo que ocurría con el cine de Pier Paolo Pasolini. Ambos son capaces de crear una singular relación de dependencia entre dos elementos antagónicos por definición: el sufrimiento y el placer. Es realmente arduo ver según que obras de sus filmografías pero, al mismo tiempo, es innegable disfrutar con el excepcional talento y habilidad que atesoran para contar historias que despiertan en el espectador un sinfín de emociones dispares.
Se podría decir que Amour, junto a Funnygames (1997), son sus filmes más desgarradores hasta la fecha. Su última obra supone un durísimo retrato de nuestros últimos días vistos desde la perspectiva de una pareja de octogenarios sumidos en la decadencia de la descomposición humana y la agonía del peor final que puede depararnos esta vida. El filme contiene la dosis de desolación y pesimismo idiosincrásico de Haneke pero, en este caso, adviertes algo extraño en él, algo distinto, algo insólito en su filmografía. Amour es para Haneke lo que Rompiendo las olas (1996) fue para Lars Von Trier en cuanto ambas películas son las primeras en sus respectivas filmografías donde hay lugar a la esperanza para los personajes mediante el efecto redentor del amor. Tanto la Bess de Von Trier como la pareja de Haneke, alcanzan la paz por medio de un amor incondicional —a Dios, en el caso de Bess y entre ellos, en el caso de la pareja de ancianos— que les libera de la penuria a la que están condenados en sus vidas.
No obstante, el trayecto que hemos de recorrer en Amour hasta llegar a esa mencionada liberación, sigue la misma línea que el cineasta austríaco ha ido trazando a lo largo de su carrera. Oponiéndose a cualquier convencionalismo actual prefijado, compone una puesta en escena sobria, sin aderezos ni artificios, prácticamente aséptica y las secuencias más penosas son mostradas sin subrayado alguno, lo que dota a la película de una aridez difícil de digerir. Además, el filme carece de suspense alguno. Los hechos ocurren sin más, como la vida misma, y son presentados sin ser juzgados, tomando cierta distancia y preguntando al espectador qué opina de ellos, un habitual (a excepción de la provocativa y crítica Funny Games) de un cineasta que es más proclive al holocausto de Resnais que al de Spielberg.

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Ficha técnica
Título: Amour
Título original: Amour
Dirección: Michael Haneke
Guión: Michael Haneke
País: Francia, Alemania, Austria
Año: 2012
Duración:125 min
Reparto: Isabelle Huppert, Jean-Louis Trintignant, William Shimell, Emmanuelle Riva, Rita Blanco, Laurent Capelluto
Distribuidora: Golem Distribución
Productora: Bayerischer Rundfunk (BR), Westdeutscher Rundfunk (WDR), Les Films du Losange, X-Filme Creative Pool, Wega Film, ARD Degeto Film
Coproducción:Michael Katz, Veit Heiduschka
Productora: Bayerischer Rundfunk (BR), Westdeutscher Rundfunk (WDR), Les Films du Losange, X-Filme Creative Pool, Wega Film, ARD Degeto Film
Coproducción:Michael Katz, Veit Heiduschka
Departamento artístico: Franck Gies, Jérôme Billa, Julie Wassef, Lilith Bekmezian, Marc Renault, Pascal Chevé
Departamento editorial: Willi Willinger, Yannick Coutheron
Dirección artística: Thierry Poulet
Diseño de producción:Jean-Vincent Puzos
Efectos visuales: Damien Hurgon, Didier le Fouest, Olivier Blanchet
Fotografía:Darius Khondji
Montaje:Monika Willi, Nadine Muse
Sonido: Guillaume Sciama
Premios
2012: Oscar: Mejor película de habla no inglesa. 5 Nominaciones, incluyendo película
2012: Festival de Cannes: Palma de Oro (Mejor película)
2012: Premios del Cine Europeo: Mejor película, director, actor y actriz. 6 nominaciones
2012: Globos de Oro: nominada a mejor película de habla no inglesa
2012: Independent Spirit Awards: Nominada a Mejor película extranjera
2012: Círculo de Críticos de Nueva York: Mejor película extranjera
2012: National Board of Review (NBR): Mejor película extranjera
2012: Asociación de Críticos de Los Angeles: Mejor película
2012: Satellite Awards: Nominada a Mejor película extranjera y mejor actriz (Riva)
Tráiler